A las puertas de Santa María de Gracia tiene lugar el popular encuentro entre el Jesús Resucitado y la Virgen del Amor Hermoso. La calle del Aire es un clamor ante el empuje de la cofradía, que despide su participación en Semana Santa con un momento emotivo cargado de simbología religiosa. El Hijo sale al encuentro de su Madre, ambos elevados al cielo ante el incombustible esfuerzo de los portapasos, que agitan alegremente los tronos y hacen bailar las flores que acompañan a los bellos grupos escultóricos. La ovación es unánime y hace que el tiempo se congele por un instante, remontando a los cofrades más veteranos a muchos años atrás. Los más jóvenes también disfrutan de este momento y lo hacen suyo, lanzando improvisados vivas a la Virgen, correspondidos con nuevos aplausos y una última salve que suena a despedida.