El desembarco romano marca el inicio del final de Qart Hadast. Las fuerzas navales de Roma muestran todo su esplendor en un Puerto de Cartagena que reclama su protagonismo histórico como testigo de excepción. El general Escipión arenga a los suyos y Roma exhibe su poderío militar con grandilocuencia al tiempo que la ciudad vitorea a sus héroes, todos ellos pertrechados para la gran batalla que se avecina. La victoria comienza a fraguarse a orillas del Mare Nostrum. Alea jacta est. Escipión también tuvo que cruzar su particular Rubicón, saliendo victorioso. La historia no brinda ‘spoilers’.
