
Pablo Sánchez / 2019
ORÁCULO DE LA DIOSA TANIT
La princesa Himilce, apenada por la marcha del general Aníbal hacia Sagunto, se dirige al Templo de Tanit para consultar a la diosa sobre su matrimonio y el futuro de la ciudad. Los designios de la diosa no son halagüeños para desconsuelo de Himilce. Las águilas doradas de Roma se abalanzarán sobre los carthagineses. Es la primera en saber que Qart-Hadast caerá. La magia y el misterio se ciernen sobre el escenario en uno de los actos más veteranos de cuantos se celebran en las fiestas y que representa algo tan común en la época como eran las consultas a los dioses.
